viernes, diciembre 23, 2005

Sueño I

La habitación estaba completamente oscura. Tanto que ni siquiera sabía si estaba sola o no ahí adentro. Sonó un interruptor y, en seguida, un foco en el techo iluminó el ataúd. Era de madera oscura, pequeño, de niño, con aplicaciones doradas en los costados. Como todos los que conozco, tenía una tapa doble: una para la parte superior del difunto y otra para sellar la parte inferior. La de arriba estaba cerrada, pero la de abajo estaba semi-abierta debido a que a través de ella salía un pie y parte de la pierna.
El pie más lindo del mundo, el de mi hermana, se asomaba por esa hendidura, lo que significaba que su dueña descansaba ahora de mi y de todo y de todos.
Estar sola en una habitación a oscuras con una persona muerta como única compañía podría ser el argumento perfecto para la más conmocionante película de terror. Pero ya había entendido yo que el amor no te permite comprender la muerte, que no existe ningún tipo de miedo cuando quieres a la persona que está dentro de esa caja... sólo la certeza de que no la volverás a ver en esta vida y las dudas de si existen otras vidas donde encontrarse.

2 comentarios:

Laura dijo...

Por no dejar, aunque no sé si crees en las reencarnaciones, te voy a recomendar un libro que trata precisamente dle tema de tu post: el amor después de la muerte. Con calma te explicaré cuando nos veamos cara a cara por qué el libro cayó no tan "accidentalmente" en mis incrédulas manos. Se llama "Lazos de amor" y lo escribió Brian Weiss.

Creer o no en la reencarnación es muy personal. A mí me ha tocado hace muy poco y de una manera casi sorprendente... y creo que sea cierta. A tí te dejo la recomendación literaria. Luego podemos hablar de lo demás.

Y créeme: nadie llega a tu vida por accidente... y las almas, te lo dirá el libro, se parecen a las hojas de los árboles. Te dejo con esa perla de análisis... Un besote!

luzcaraballo dijo...

Querida Laura, es la segunda vez que nombras el libro, de manera que parece que tendremos intercambio de textos en nuestro encuentro. No descarto ni afirmo las reencarnaciones. Ya veré qué sucede después de Brian Weiss.
Si de algo estoy segura es de que mi hermana en mi vida no fue ningún accidente. Absolutamente todo lo que soy tiene que ver con ella. Besote para ti también!