En Venezuela (y otros países entre los cuales no está incluído Chile) se escucha por estos días de fin de año una canción que tiene la siguiente letra:
Yo no olvido al año viejo
Porque me ha dejado cosas muy buenas:
Me dejó una chiva,
Una burra negra,
Una yegua blanca
Y una buena suegra.
La susodicha es hasta sabrosita para ser bailada, si bien no es ni será nunca una joya de la poesía. En todo caso, ha volado de mi tierra a mi memoria porque yo no olvidaré nunca este año; pero no "porque me ha dejado cosas muy buenas", sino porque me ha librado de cosas muy malas.
Les deseo entonces a todos un año libre de cosas muy malas y que, cada uno, a su manera, tenga una "chiva", una "burra negra", una "yegua blanca" y una "buena suegra" por las cuales dar gracias al final del 2006.
1 comentario:
uff!!! si tienes toda la razón nos liberamos, nos amarramos, nos enrredamos...damos vueltas, subimos y bajamos pero.... lo más lindo es que crecemos .......crecemos más fuertes, sabías, adelgazamos (ji ji), embellecemos, etc, etc...
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