
Si alguna vez viene a Buenos Aires y tiene que viajar en colectivo (autobús intraurbano), no olvide que para ello debe tener monedas. Cuando digo "debe tener" me refiero a algo tan indispensable como estar vivo para poder morirse. "Debe tener" quiere decir, en este caso, que la ausencia de los objetos metálicos antes mencionados lleva al conductor a invitarle a bajar; significa "no te vistas porque no vas"; no viajas; punto.
Debo decir, en todo caso y para no ser injusta, que yo fui la excepción de la regla. Para empezar, la primera vez que puse pie en un colectivo yo no conocía la regla, lo que no es impedimento para ser devuelto a la acera, pero gracias a mi arduo entrenamiento viendo telenovelas venezolanas durante tantos años de mi vida, después que el chofer vio en mi cara la reproducción de una angustiada "Ligia Elena" o una sufrida "Topacio", me dejó llegar gratis a mi destino.
En todo caso y sin desmerecer las dotes histriónicas de cada uno de ustedes, mi recomendación es que no lo intenten.
Lo importante para poder viajar en colectivo no es tener euros saliéndose por las orejas, ni reloj o dientes de oro, ni una jugosa cuenta en el Chase Manhattan Bank... lo único importante es tener monedas.