miércoles, marzo 29, 2006

Pareja

El es de tamaño gigante, mientras que ella es tan grande como su dedo más pequeño.
Ella cuelga de sus ropas de gigante aferrada fuertemente con una sola mano. La otra mano pequeña sostiene el corazón gigante de él.
Mientras el camina, ella teme ser lanzada por los aires. Mientras ella cuelga, el teme que por descuido o cansancio, deje caer su corazón.
Van de prisa, muy apurados y medio aturdidos, a buscar el tesoro que está al final del arcoiris. Ella sabe que no existe pero le gusta compartir el camino con él. A veces intenta convencerlo, pero el se queja acusándola de quere matarle la fe.
El tesoro no existe, pero recorren tan felices el camino desde que están juntos, que habrá valido la pena el trecho andado, sea largo o no.

3 comentarios:

Laura dijo...

Perdóname si me pongo de parte del gigante y en contra de la linda niña chica... pero acaso no le has explicado a la niña que debe creer en lo que intuye que es cierto? Es niña! Debe de tener sueños! Que la gente le haya dicho que no hay una olla de oro al final del arcoiris no es razón para creer que no la hay!

Es más, yo no sé si le has contado que la olla de oro sí está al final del arcoiris... pero los duendes son criaturas muy caprichosas y tramposas y si no atrapa al duende, no podrá quitarle la olla de oro. Y como los duendes no se están quietos, dile que le toca seguir caminando hasta encontrar un duende y que, cuando lo vea, debe correr duro para agarrarlo!!

Ha de seguir caminando con la firme esperanza de que el duende no la sigue sino que va caminando delante de ella y algún día lo atrapará para poder exigirle que le revele dónde está su olal de oro... so pena de tenerlo preso!

Un abrazote!

luzcaraballo dijo...

Laura: perdonada por ponerte a favor del gigante... tal vez en tu lugar haría lo mismo si me quedase disponible un poquito mas de fe. A veces me parece que eres portadora de la espada del augurio de los Thunder Cats, pues eres capaz de "ver más allá de lo evidente", jajajaja! Gracias, mujer de fuego. Eres lo máx.

Anónimo dijo...

... y porque esperar encontrar un tesoro, si con mantenerse en el camino es suficiente.

Salud