Lo único permanente es el cambio. No hay duda. Lo compruebo una y otra vez. La planificación es una excusa para caminar a algún lado. La resistencia al cambio, el mejor camino a la infelicidad. Todo esto para decir que me mudo sola y que, entonces, necesito algunas cosas. Aprovechando la proximidad de mi cumpleaños, pido a todas mi hadas madrinas (y a los brujos buenos) lo siguiente:
01. Abrelatas
02. Sacacorchos
03. Tijeras
04. Cuchillo grande
05. Vasos
06. Mugs o tazas
07. Jarra
08. Bowls para ensaladas
09. Tabla para picar
10. Pelapapas
11. Olla
12. Sartén
13. Hervidor eléctrico
14. Cucharón
15. Platos
16. Pimentero (de los que muelen los granos)
17. Microondas ( :D )
18. Silla
19. Mesa de planchar
20. iPod (soñar no cuesta nada)
Para no ponerlos a pensar en colores, visiten: http://www.dusek.ch/utilities/colors/000099
El azul que está como background (fondo) está muy bien para mi... En RGB es: R=0; G=0; B=153. En hexadecimal es el 0x000099. Es el Pantone 2735C apróx. Es decir, acuérdense del azul, que no puede ni tiene que ser exactamente ese, puede ser un poco más oscuro. Más claro no. Celeste jamás. El orden de preferencia para combinaciones de azul con otros colores es: rojo, verde, naranja, el resto. Confío en su buen gusto.
Les sugiero que en los comentarios de este post vayan colocando aquello que escogieron para regalarme, de esa manera no tendré 18 abrelatas y ningún sacacorchos, ¿les parece? Les ruego que no me regalen adornitos porque me van a poner nerviosa. Mientras más indispensable el asunto, más agradecida estaré. Y... naturalmente, no se sientan obligados a regalarme nada, ¿bueno? es sólo por si acaso.
Reflexiones, habladera de pastito seco, conversaciones conmigo misma sobre lo que hago... búsqueda. Sea ud. bienvenid@.
miércoles, marzo 29, 2006
Pareja
El es de tamaño gigante, mientras que ella es tan grande como su dedo más pequeño.
Ella cuelga de sus ropas de gigante aferrada fuertemente con una sola mano. La otra mano pequeña sostiene el corazón gigante de él.
Mientras el camina, ella teme ser lanzada por los aires. Mientras ella cuelga, el teme que por descuido o cansancio, deje caer su corazón.
Van de prisa, muy apurados y medio aturdidos, a buscar el tesoro que está al final del arcoiris. Ella sabe que no existe pero le gusta compartir el camino con él. A veces intenta convencerlo, pero el se queja acusándola de quere matarle la fe.
El tesoro no existe, pero recorren tan felices el camino desde que están juntos, que habrá valido la pena el trecho andado, sea largo o no.
Ella cuelga de sus ropas de gigante aferrada fuertemente con una sola mano. La otra mano pequeña sostiene el corazón gigante de él.
Mientras el camina, ella teme ser lanzada por los aires. Mientras ella cuelga, el teme que por descuido o cansancio, deje caer su corazón.
Van de prisa, muy apurados y medio aturdidos, a buscar el tesoro que está al final del arcoiris. Ella sabe que no existe pero le gusta compartir el camino con él. A veces intenta convencerlo, pero el se queja acusándola de quere matarle la fe.
El tesoro no existe, pero recorren tan felices el camino desde que están juntos, que habrá valido la pena el trecho andado, sea largo o no.
domingo, marzo 26, 2006
...y la Luz se hizo
Pues si... sigo metiendo la cabeza debajo de la tierra en tiempos de crisis; sobretodo cuando me dejan "sin derecho a pataleo" (si ud. no es venezolano, dígale a su venezolano más cercano que le explique qué significa esta expresión).
Pero heme aquí, asomándome nuevamente a la superficie, retomando la buena costumbre de publicar en mi espacio y tomando el tren que va de la "calle melancolía" al "barrio de la alegría".
Gracias a todos los que se calaron la quejadera y el lloriqueo (especialmente a mi M). Gracias también a los que se asustaron cuando sintieron una perturbación en la fuerza y llamaron o escribieron para manifestar su apoyo y comunicar su susto. Gracias, bruja de fuego, por ser mi oráculo. Ya no quiero que paren el mundo para bajarme... y eso está muy bien.
Pero heme aquí, asomándome nuevamente a la superficie, retomando la buena costumbre de publicar en mi espacio y tomando el tren que va de la "calle melancolía" al "barrio de la alegría".
Gracias a todos los que se calaron la quejadera y el lloriqueo (especialmente a mi M). Gracias también a los que se asustaron cuando sintieron una perturbación en la fuerza y llamaron o escribieron para manifestar su apoyo y comunicar su susto. Gracias, bruja de fuego, por ser mi oráculo. Ya no quiero que paren el mundo para bajarme... y eso está muy bien.
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